miércoles, 23 de abril de 2014

LATIDOS, LECTURAS

—¿Sabía usted —preguntó Matilda repentinamente— que el corazón de un ratón late a un ritmo de seiscientas cincuenta veces por segundo?
—No lo sabía —dijo la señorita Honey sonriendo—. ¿Dónde lo has leído?
—En un libro de la biblioteca —respondió Matilda—. Eso quiere decir que late tan rápido que no se pueden diferenciar los latidos. Debe sonar como un zumbido.
—Así debe ser —dijo la señorita Honey.
—¿A qué ritmo cree usted que late el corazón de un erizo?
—Dímelo —pidió la señorita Honey, volviendo a sonreír.
—No tan rápido como el de un ratón —dijo Matilda—. Trescientas veces por minuto. Pero, aún así, nadie hubiera pensado que latiera tan rápidamente tratándose de un animal que se mueve tan despacio, ¿no señorita Honey?
—Yo, desde luego, no —respondió la señorita Honey—. Dime alguno más.
—El caballo —dijo Matilda—. Ese va realmente despacio. Solo cuarenta veces por minuto.
"Esta niña", pensó la señorita Honey, "parece interesarse por todo. Es imposible aburrirse a su lado. Me encanta".

Matilda, Roald Dahl



martes, 22 de abril de 2014

El rey

INTERMITENCIA

no estoy tan segura de que nada es para siempre
podemos charlarlo cuando gustes 
de mí.

jueves, 10 de abril de 2014


LA REINA DEL UKELELE
no sabés tocar ningún instrumento
y sin embargo sos una música.

martes, 8 de abril de 2014

LA MUJER DESCOMPUESTA

qué si todos
cambiamos de plan
al mismo tiempo
qué si nos obligan a hacer una fila
y nadie sabe cómo seguir
dónde bajar
cuántos somos
tres
dos
uno
una mujer descompuesta
detienen el tren
y nos anuncian que ya no vamos
hacia donde íbamos
que no seguimos tal como estábamos
salgo de la fila
ilusionada
como si sentarme a un costado
me compusiera a mí
me transformara.