miércoles, 15 de diciembre de 2010

El cuerpo

"¿Qué debería ser el cuerpo? Un objeto de puro placer y de puro regocijo.
A partir del momento en que el cuerpo presenta algo molesto -a partir de que el cuerpo se entorpece a sí mismo-, se fastidió la cosa.
Me doy cuenta en este instante de que el adjetivo liso no le corresponde a ningún sustantivo. No me extraña: el vocabulario de la felicidad y del placer siempre ha sido más pobre, y eso en todas las lenguas.
Que se me permita citar la palabra "lisiedad" para dar una idea , a los entorpecidos de todo tipo, de lo que puede ser un cuerpo feliz.
Platón califica al cuerpo de pantalla, de cárcel , y le doy cien veces la razón, salvo en el caso de las niñas. Si Platón hubiera sido niña durante un solo día, habría sabido que el cuerpo puede ser todo lo contrario: el instrumento de todas las libertades, el trampolín de los más deliciosos vértigos, la rayuela del alma, la píloda de las ideas, joyero de virtuosidad y de velocidad, única ventana del pobre cerebro. Pero Platón nunca habló de las niñas, minoría insignificante en la Ciudad Ideal".


Amélie Nothomb, El sabotaje amoroso.

El dibujo es de mi hija Victoria, un cuerpito de tres años que aprendió a dibujar la figura humana.

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