II- DIDÁCTICA DE LA ALEGRÍA
22
Tomo un pedazo de pan duro,
lo remojo en el agua
y lo doy a los pájaros de arriba.
Come un gorrión el pan y luego tiende
sus alas al espacio:
Elbiamor, el pan duro se ha convertido en vuelo.
Se nutre de mi pan una calandria.
Y en seguida retoma se profesión del trino:
Elbiamor, el pan duro se ha transformado en música.
No es bueno destruir el pan duro del alma:
vale más remojarlo o transmutarlo
ya en altura de vuelo, ya en canción.
35
Con los preceptos de mi Alegropeya
lograrás, Elbiamente, construir tu alegría
por la virtud sapiente y obrante de tu alma.
Y darás buena sombra
para todos. Amén.
Leopoldo Marechal
22
Tomo un pedazo de pan duro,
lo remojo en el agua
y lo doy a los pájaros de arriba.
Come un gorrión el pan y luego tiende
sus alas al espacio:
Elbiamor, el pan duro se ha convertido en vuelo.
Se nutre de mi pan una calandria.
Y en seguida retoma se profesión del trino:
Elbiamor, el pan duro se ha transformado en música.
No es bueno destruir el pan duro del alma:
vale más remojarlo o transmutarlo
ya en altura de vuelo, ya en canción.
35
Con los preceptos de mi Alegropeya
lograrás, Elbiamente, construir tu alegría
por la virtud sapiente y obrante de tu alma.
Y darás buena sombra
para todos. Amén.
Leopoldo Marechal
(un imperdible)
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